Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

7 de abril de 2011

Flores de Bach para la madre...

Hoy voy a compartir un caso. Lo quiero compartir fundamentalmente, porque... me olvidé de la madre.


Eider es amiga mía, y a los dos meses de dar a luz a su hija Jaione, me pidió flores, estaba agotada, física y emocionalmente tras el parto, una serie de mastitis que le obligaron a dejar de darle el pecho, un postparto duro... le di, Pine y Larch, por la culpa, por la sensación de fracaso, Olive, para regenerar y revitalizar, Star of bethelem, por el parto, postparto, para curar heridas emocionales. Walnut, para acompañarla en la nueva etapa de su vida y red chestnut, porque mostraba una gran preocupación por su hija, por el tema de la lactancia materna.


Cuando su hija tenía 9 meses, volvió a pedirme flores, esta vez, no para ella, sino para Jaione. Había comenzado en la guardería, no se adaptaba, lloraba continuamente y no se quería separar de ella o de la profesora. Le di, Chicory, Walnut, Heather, Red Chestnut, Mímulus, Willow y Honeysuckle.


Desde entonces, y cada cierto tiempo, mi amiga me iba pidiendo flores, la demanda era diferente cada vez, sin embargo, lo principal era la dificultad de Jaione para dormir. Unas veces parecían miedos, pesadillas, la gran mayoria de las veces el apego hacia su madre era muy evidente, sólo quería con ella, que fuese su madre la que fuese si llamaba o lloraba, etc. Durante mucho tiempo, y nunca en un contexto terapeútico, yo iba modificando el combinado floral, con pocos resultados. Veíamos cambios en algunos puntos, guardería, relación con su padre, pero yo seguía sintiendo que no, que se me escapaba algo. Las últimas veces, le dije a la madre que ella también tomase las mismas flores... y todo seguía prácticamente igual...

Probé con Chicory, Heather, Aspen, Mímulus, Agrimony, Cherry Plum...

Y me decía a mí misma "no, no,no..".


Hace unas semanas, compartiendo charla y café de plaza, mi amiga, empezó a hablar... y entonces, me di cuenta. Me di cuenta de que no la había perdido de vista, pero como actriz secundaria, cuando era ella la actriz principal¡¡


Me habló de su apego, de su lucha interna, de su dos partes, de la parte que necesitaba espacio y tiempo para ella misma y de la parte culpable, la que tiene que estar ahí. Me habló de su culpa y de su angustia. De su rabia hacia sí misma proyectada hacia su pareja, el enfado...

Le propuse empezar a darle flores a ella.

Le puse Pine, por la culpa, que siente sólo por desear o necesitar tiempo para ella. Red Chestnut por la preocupación hacia su hija y por la relación simbiótica con ella, Chicory, por el desapego, para soltar, abrir el espacio y el acceso real a su pareja a la crianza, Holly, por la rabia, hacia si misma, Centaury y Agrimony, para conectar con sus deseos, poner límites, reconocer y expresar sus emociones y lo que realmente quiere y Oak, por la autoexigencia, el cuidado de su hija como obligación.


Hoy he vuelto a estar con ella. Me comentaba que ella no se notaba mucho cambio, pero que su hija llevaba unos días mejor, diferente. Profundizando un poco, sin darse cuenta, ella ha ido cambiando sutilmente su conducta y sus emociones, pone límites y se siente un poco menos culpable.


Seguiremos...

Yo aprendiendo, me había centrado en una parte y estaba obviando la otra pieza... Pero las flores van haciendo su trabajo y antes o después, nos van mostrando el camino con su luz.

Y me siento agradecida por la oportunidad de aprender.