La
Terapia Floral consiste en la utilización
de esencias florales (minerales y/o
animales) en el contexto de un mejoramiento global de la salud. Es una forma de
nutrir y sostener la salud con la energía benéfica de la naturaleza, dentro de
un contexto de atención humana plena de sabiduría y amor.
Para
entender el uso terapéutico de las esencias florales es importante hacernos
algunas preguntas sobre la naturaleza de la salud y la enfermedad: ¿qué es
tener salud?, ¿qué causa la enfermedad?, ¿cuál es la relación mente y cuerpo?
Entender estos conceptos desde el prisma en el que se basa la Terapia Floral es
fundamental para poder aplicarla más
allá del concepto alopático de las esencias florales.
El concepto de Salud.
La
Salud es la capacidad de participar plenamente en los ritmos de la vida,
sintiendo y celebrando el pulso vital de la Naturaleza dentro de nuestro Ser.
La
verdadera salud es algo más que “ir tirando”. Significa zambullirse en la vida,
comprometiendo plenamente cuerpo y alma en todo lo que hacemos, el trabajo, la
familia, la pareja, la vida social, la creatividad y nuestra búsqueda interior.
La
salud es la capacidad de experimentar completamente la vida y convertirnos
plenamente en nosotros mismos. Ser
saludable es ser auténticamente uno
mismo y no una identidad definida por el condicionamiento social, o la
máscara (personalidad) adoptada para cumplir las expectativas ajenas. Se trata
del “Yo” que expresa de manera original todo aquello que puedo ser.
Al
despertar las capacidades innatas de nuestra alma, las esencias florales
mejoran la salud en todos los niveles: físico, emocional y espiritual.
No
realizan esta tarea a través de la supresión de síntomas, ni alterando nuestra
bioquímica, sino más bien actuando como catalizadores
para fortalecer nuestro camino consciente hacia la curación.
Este
camino pasa por el reconocimiento de que la
enfermedad es una oportunidad que proviene de nuestra alma, que nos exige
el autodescubrimiento y una actitud sensible hacia los demás y hacia el mundo
que nos rodea. Es más, requiere que cambiemos nuestras actitudes, creencias y
percepciones internas.
La
enfermedad, desde un concepto más amplio que el síntoma físico, es un aviso de
nuestra alma que, primero en voz baja y cada vez más intensamente, nos dice que
algo no está bien en nosotros.
La
enfermedad son emociones sofocadas y / o no gestionadas. Es la distancia entre
lo que realmente somos y lo que creemos que somos y desde donde actuamos,
pensamos y sentimos. Es nuestra parte de sombra con voz.
La
salud se hace realidad cuando reconocemos esa parte de sombra y completamos
nuestro ser con las luces y las sombras.
Las
esencias florales.
Las
esencias florales actúan directamente sobre el Alma. El Alma es lo que nos
mueve; es la pasión, el deseo, la lucha por lo que está más allá de nuestro
alcance. Es también la profundidad de la experiencia, el descenso al dolor a la
vulnerabilidad, la moralidad y la entrega.
Como la flor de la planta, el Alma humana
expresa color, textura y sentimiento. Es un espacio interior en el que
experimentamos el mundo exterior.
El
alma humana, según Jung, puede armonizar
sus diversos aspectos y encontrar su expresión singular en la vida. Es
particularmente importante el encuentro
con la sombra, las emociones y las actitudes no reconocidas que con frecuencia
se mueven en sentido contrario a nuestras intenciones conscientes. Una vez que
estos elementos negados son reconocidos, pueden ser gradualmente integrados a
la consciencia.
Las
esencias florales dejan el alma en
libertad. Ellas alientan, en lugar de forzar el cambio, ejerciendo su
efecto por resonancia vibracional en lugar de una intervención bioquímica. Las
esencias estimulan un diálogo interior con los aspectos escondidos del Yo. Como
resultado de ese “hablarle a nuestra alma”, se producen cambios emocionales y
mentales muy profundos que pueden también producir alteraciones fisiológicas.
Estos cambios, que no vienen impuestos desde el
exterior; tienen lugar desde dentro de nosotros, a través de nuestra
experiencia y esfuerzo.
La
Terapia Floral del Dr. Bach
Es un sistema de tratamiento natural y completo,
compuesto por 38 remedios florales más
un Remedio Rescate obtenidos de plantas y árboles silvestres.
Este
sistema constituye una terapia energética vibracional holística que ayuda a
restablecer la salud, contribuyendo a armonizar las disfunciones en los campos
físico, emocional, mental y espiritual de todos los seres vivos, sean estos
humanos, animales o vegetales.
Las
esencias o remedios florales actúan equilibrando
las emociones de la persona de manera:
§ Completa,
porque los 38 remedios combinados, cubren todos los estados emocionales de la
persona.
§ Holística, porque
considera a la persona como un todo, no un conjunto de sistemas y órganos: “El
todo es más que la suma de las partes” y actúa sobre todos los planos del ser
(mental, emocional, físico y espiritual).
§ Vibracional,
por la forma de actuar de las esencias florales. Son patrones energéticos
vehiculizados en agua que equilibran las estructuras energéticas de la persona,
de forma parecida a otras terapias vibracionales como el Reiki o la Homeopatía.
Las
Flores de Bach pueden ser tomadas de
manera puntual y nos ayudan a aliviar estados
de ánimo dolorosos e incómodos: insomnio, angustia, estrés, ansiedad,
tristeza, depresión, apatía, soledad, nerviosismo, fobias, timidez, pesimismo,
desesperanza, fatiga, problemas de concentración, duelos, separaciones
afectivas, etc. Mejoran nuestra calidad de vida, pues al restablecer la armonía
mental y emocional, se previenen o mejoran muchas enfermedades.
Tomadas de forma
prolongada y dentro del contexto de una terapia de crecimiento personal, nos ayudan a ser más conscientes
de nuestros conflictos, bloqueos, necesidades, etc. Nos aportan
auto-conocimiento (o auto-conciencia) ayudándonos a conocernos para ir
acercándonos poco a poco a nuestra verdadera personalidad.
Estos
remedios nos aportan sinceridad, claridad, coherencia, autenticidad y en última
instancia, libertad.
Las
esencias florales son preparados
vibracionales que conservan la cualidad energética única de una flor determinada.
La flor recibe las energías del cosmos (del sol) a través del aire y las
energías de la tierra (tallo y raíz). La flor mantiene una energía y una
información propia con características individuales que pueden ser transferidas
al agua en el método de preparación de la esencia.