Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

2 de abril de 2012

de la incertidumbre a la perseverancia

Muchas veces, en mi día a día cotidiano, me cuesta salir y tomar distancia, siento, pienso, actúo, desconectada del hilo conductor, que como la cuerda de un malabarista, une y llena de sentido mis vaivenes.
Y al margen de las flores y de las emociones que me suceden, más abajo, más al fondo, más profundamente, siento la necesidad de scleranthus, como esa cuerda por la que camino, unas veces sin miedo, otras aterrada, con los ojos abiertos o cerrados, segura de mi destino o sin saber siquiera dónde estoy...
Y es donde me despisto, si mis expectativas no se cumplen y me desanimo, pienso en Gentian, si siento ese miedo tan mío casi, me acuerdo de mímulus, si llego hasta esa puerta cerrada convencida de que no puede abrirse, recordaré Gorse...
Y como el sutil alquimista estará Scleranthus, cíclico, mostrando la importancia de perseverar, de continuar, de reconocer el desánimo y el miedo como idas y venidas.
Muchas veces me desanima el desánimo. Me desanima el volver a desanimarme y scleranthus me aporta el equilibrio necesario para tomar distancia y relativizar los obstáculos, para reconocerme en un gentian que va y viene, en un gentian que cíclicamente coge fuerza y me tambalea.
Scleranthus me enseña a prepararme para un nuevo obstáculo. A perseverar, a coger de nuevo carrerilla.
En esto estoy, aprendiendo



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