Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

9 de junio de 2010

Tomando decisiones. Responsabilizándome


La vida me pone continuamente frente a decisiones que necesito tomar, unas banales, otras duras y con consecuencias que preveo negativas y me asustan.

Ante esto, son muchas las emociones que surgen en mí.

El miedo al cambio. Por muchas ganas que tenga de cambiar una situación dolorosa, otra parte de mí se resiste al cambio, me parece más sencillo lo que conozco que la puerta que se abre hacia algo que desconozco. Miedo a las consecuencias de mi decisión. Walnut me ayuda a aceptar ese paso, a relativizar lo que pueda venir.

A veces dudo entre dos opciones. Me gustaría tener una bola de cristal para ver mi futuro y saber de antemano qué hacer sin equivocarme. Puedo valorar los pros y los contras, una y otra vez. Me voy alejando de mi corazón y de mi tripa y decido desde la cabeza, lo que está bien o está mal, lo bueno o lo malo. La renuncia. La pérdida de la opción rechazada. Y puedo optar y no disfrutar de lo elegido porque estoy pensando en lo perdido. Scleranthus me permite estar en el aquí y ahora. Me ayuda a elegir. Elegir avanzando, con seguridad, desde las tripas. ¿qué es lo que quiero realmente yo? Yo.

Ni las personas a las que quiero, ni mi entorno cercano. Yo.
Asumiendo mis éxitos y mis fracasos. Admitiendo mis errores y mi derecho a errar. A reconocer e integrar que no hay opciones ni buenas ni malas, sino decisiones que van dibujando mi camino de vida.

A veces también, me pesa la culpa. El dolor que otros pueden sufrir con mis decisiones. Me pesa el egoísmo. Confundo los límites de mi responsabilidad y la de los demás. Pine me acompaña. A asumir lo que es mío y lo que es del otro. A sentir que no estoy aquí para cubrir las expectativas de nadie y que nadie está para cubrir las mías. A perdonarme. A diluir lealtades, compromisos y deberes.

Tengo un compromiso conmigo misma. Ser yo. Escucharme. Creerme. Quererme. Sentirme.

Un compromiso: El QUIERO.

Un compromiso: Vivir la vida que tengo. Vivir. Vivirla.

A veces se me hace más difícil. Muchas me vuelvo a olvidar de mí.

Con las esencias vuelvo tomar consciencia cuando me pierdo a mí misma.

Procuro perdonarme. A veces lo consigo, otras me cuesta.

Procuro disfrutar en el camino. De los encuentros y de los desencuentros. De los adioses, de las bienvenidas.

De las estrellas fugaces y de las que dejan su estela más tiempo en mi retina.

De los minutos y de las horas, de la luz y de las sombras.

De los espejos, con sus reflejos bonitos y con los feos.

De los delfines y de los afines.

Adquiero un compromiso conmigo misma: Vibrar con la vida.

1 comentario:

Pilar Vidal Clavería dijo...

Querida Rosa

En esta sitación estamos unos cuantos, en estos últimos días me ayudan Cerato, Centaury, Larch, Walnut, Gentian, Sweet Chestnut y Aspen

Un fuerte abrazo