Cuando un ser querido muere, cada persona vivimos la pérdida de manera diferente. Tenemos un proceso de duelo diferente. Si que es verdad que hay una serie de etapas que aparecen de forma generalizada y que un proceso de duelo elaborado propiamente dicho dura aproximadamente dos años.
Uno de los factores necesarios para que ese duelo comience a elaborarse es la ritualización de la muerte. Necesitamos sentir y reconocer la rotundidad de la muerte en el plano físico. El tipo de ritual dependerá de nuestras creencias, funeral, entierro, cremación, homenaje...; Pero necesitamos simbolizar la pérdida de alguna forma, para poder comenzar a asimilar que, en esta vida, esa persona nos falta, aquí, ahora, que no la podemos tocar, ni escuchar.
En este proceso, y al principio sobretodo, buscamos a nuestro ser querido en el día a día; Creemos verlo por la calle, creemos que de un momento va a aparecer como si nada; incluso lo vemos en el rostro de otros.
Poco a poco, vamos integrando que esa persona ya no está. Poco a poco vamos sintiendo que aunque no esté con nosotros, la llevamos en nuestro interior, en nuestro corazón, en nuestro pensamiento.
Pero a veces eso es muy difícil, y hay personas a las que les resulta muy difícil asumir y reconocer que eso está en otro plano diferente al físico, está en otro plano más elevado.
Esto puede suceder, cuando por ejemplo, alguien no va al funeral, al entierro; Muchas veces por proteger a alguien, procuramos que no vaya para que no sufra; Con los niños, por ejemplo, por mejor podemos decidir ahorrarles el mal trago que supone y quizás ellos sí quieren y necesitan despedirse de alguna manera.
Forget Me Not, nos ayuda a integrar la muerte, la pérdida, la rotundidad e irreversibilidad de la muerte.
Para personas a las que les cuesta desprenderse de las cenizas del difunto, de sus enseres personales.
Ayuda a elaborar el duelo.
Ayuda a reparar algo con el que se fue desde un plano más espiritual, pues desde este plano físico ya no es posible, despedidas, cosas no dichas, perdón, etc.
Con Forget Me Not hay un CIERRE, necesario para poder continuar con la vida, para poder vivir sintiendo que llevamos a esa persona en nuestro corazón.
Forget Me Not, aporta mucha paz. Aligera, quitan carga y permiten avanzar en duelos atascados, duelos que no están siendo elaborados.
Siempre echaremos de menos a quienes no están ya aquí, pero podemos sentir que pasaron a formar parte de nosotros.
Como me dijo mi hija Hegoa con esa sabiduría innata de los niños, "ama, el aitona ya no estará aquí para soplar las velas conmigo, pero yo soplaré por los dos porque está en mi corazón."
1 comentario:
Emotivo y precioso el comentario de tu hija, besos para las dos.
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