Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

16 de abril de 2010

la soledad

Hoy una amiga me ha pedido que le hablase de la soledad.
Uff. La soledad.
La soledad de la no compañía.
La soledad como vacío. Como invisibilidad. Como la no existencia.
La soledad como desarraigo absoluto a la tierra, a la sensación de seguridad, de nutrición. De supervivencia. Pura y dura. Como una de las necesidades básicas del ser humano.
Podemos sentirnos solos entre la multitud. Y frente a un café en una charla con un amigo.
Podemos buscarnos en soledad. Y podemos rehuir miradas para seguir estando solos.
Podemos agarrarnos al primero que pase por nuestro lado en la calle.
Podemos erigir la soledad como bandera.
Podemos convencernos cada día de que estamos donde queremos estar y no que estamos porque nos asusta estar sólos.

La soledad del abandono.

El miedo a la soledad desde heather.
El miedo a la soledad desde chicory.
El miedo a la soledad de vine, rock water, agrimony...
El de Water Violet, el de mímulus...

La soledad, desde donde tejemos e hilamos tantas y tantas cosas.
Colocarnos frente a frente, la soledad como silencio. Como espacio de conexión con uno. Aquí estoy y esto es lo que hay. Y soy.Y necesito. Y puedo pedir. Y puedo dar.

Y puedo sentirme acompañada en soledad.
Y en el silencio.
Y con mil kms de océano por medio.
La certeza de que soy parte de un todo.
La certeza de la gente que me quiere y la que me ha querido pero ya no. Y de la que me querrá, aunque sea un rato, en la parte del camino que nos una.


1 comentario:

Mirta Pagola dijo...

Me quedé en pine y pensaba, será la culpa que lleva a la soledad o la soledad la genera... En cualquier caso, el miedo es fundante.
Gracias Rosa por compartirlo.
Abrazo de luz, Mirta