Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

4 de febrero de 2017

ESENCIAS FLORALES y CICLO MENSTRUAL:El reencuentro con mis energías femeninas

 1ª Jornadas GAIA COLISEUM, Barcelona 2017

Normalmente, las reflexiones a las que llego, la mayoría de las veces tienen su origen en una necesidad de entender y comprender lo que me pasa.
 
En el caso de este trabajo, porque pensaba que cada cierto tiempo, yo me volvía loca; era consciente de que, de pronto y sin motivo aparente, me sentía embargada por una gran tristeza y desesperanza. Y me daba cuenta de que después, eso desaparecía y me encontraba eufórica, creativa y con ganas de comerme el mundo. Y así, cada cierto tiempo sin encontrar una explicación para ello.
 
Cayó en mis manos el libro de Miranda Gray “luna Roja” y empecé a entender que nuestra visión del ciclo menstrual femenino era una visión lineal y no circular; Que socialmente, sólo teníamos en cuenta el momento de nuestra regla, en principio lo más visible, y que además, el enfoque que recibimos desde que somos niñas es el de que es algo incómodo, sucio, y que necesariamente tenemos que ocultar y hacer como que no pasa nada. A lo largo de nuestra vida, ignoramos el resto de las fases de nuestro ciclo, fases que si traemos a la conciencia nos son de gran ayuda para adaptarnos a la vida cotidiana y crear, de una forma u otra.
 
En la actualidad, las diferentes fases del ciclo menstrual de la mujer han sido reducidas exclusivamente a los días de regla, intentando además que se note lo menos posible y que las mujeres lo vivamos como si no existiese. Esta mirada lineal y restrictiva hace que muchas mujeres no entendamos los cambios energéticos, físicos, mentales y emocionales que inevitable y cíclicamente vivimos cada mes. Si restringimos o intentamos controlar esas energías del ciclo menstrual puede hacer que ser vuelvan destructivas en vez de creativas.
 
En su libro Luna Roja, Miranda Gray aporta otra mirada completamente diferente, tratándolo como un todo, un ciclo compuesto de 4 fases distintas, donde podemos identificarnos y con el que podemos convertir aquello que a primera vista parecen obstáculos en periodos creativos, de recogimiento, de desprendimiento o de sustento. Su objetivo es ayudar a tomar más conciencia de este ciclo y entender las energías inherentes a él.
 
Integrando las fases lunares, los arquetipos femeninos, las estaciones y las esencias florales, podemos tener un cuadro muy completo de todas esas experiencias, emociones y comportamientos que, mirándolos linealmente dejan de tener sentido pero que adquieren sentido vistos como un círculo cerrado.
 
Las esencias, una vez que analizamos atentamente cada fase, nos pueden ayudar a equilibrar y potenciar nuestros dones.
 
Conociendo e integrando que vivimos cada mes dentro de nosotras 4 fases diferentes, podemos adecuar nuestra vida y nuestra agenda, en la medida de lo posible claro está, a esas energías, unas veces creativas, otras de recogimiento y fluir con ellas en cada momento.
 
Mis objetivos con este trabajo, en primer lugar han sido, por un lado, recorrer un nuevo camino de autoconocimiento y poner las energías de mi parte, para poder fluir con ellas, y por otro, integrar, y mostrar, de manera resumida, la relación entre las fases lunares, el ciclo menstrual, el ciclo estacional, los arquetipos femeninos y las esencias florales. Me gustaría que sirva para que, tanto las mujeres como los hombres conociesen un poco más en profundidad los cambios en la energía, en los estados de ánimo y en las diferentes capacidades que aparecen en cada fase. Creo que muchas veces nuestros compañeros de vida se sienten tan perdidos como nosotras a la hora de entender e intentar descifrar todo esto y me encantaría que de aquí, saliésemos con una visión más positiva y enriquecedora y no tanto con la imagen que muchas veces se tiene de los cambios de humor femeninos sin explicación ninguna. Una vez, Eduardo Grecco en un seminario en Pamplona nos dijo: “Los hombres tenemos que ser conscientes de que nos despertamos junto a 4 mujeres diferentes”.
 
 Sé que cada terapeuta y cada mujer podemos colocar en cada fase esencias diferentes; esta es mi visión, siempre abierta y siempre cambiante. Seguro que me he dejado muchas esencias en el tintero, pero espero haber puesto muchas interesantes.
 
La relación la he basado en un análisis del libro de “Luna Roja” de Miranda Gray, no me he inventado nada, simplemente relaciono las fases que ella propone con diferentes estados de energía y esencias florales.
 
 LA CONEXIÓN CON EL CICLO MENSTRUAL
  
Si la mujer ignora su necesidad de sentirse en contacto tanto con su verdadera esencia como con las energías y fuerzas creativas que se desprende de ella desarrollará una actitud, unas emociones y un comportamiento negativos.
 
Además de las esencias florales que vamos a ver en cada fase, para poder integrar todas las fases como un todo, con sus fases luminosas y sus fases de oscuridad, para entender que es un proceso circular, sin un principio y sin un fin, flores que pueden ayudarnos serían: Shasta Daisy, Walnut y Scleranthus. Para integrar todas las partes y entenderlas, para adaptarnos y aceptar los cambios que sentimos y para equilibrar si es necesario todas esas energías.

FASE DE LA DONCELLA, VIRGEN, LA PRIMAVERA, LUNA CRECIENTE, ADOLESCENCIA, PRIMERA MENSTRUACIÓN.

 
Esta fase, que coincide con la fase posterior a la regla, es una etapa que se caracteriza por su energía renovada, por su dinamismo. Es la fase preovulatoria, el cuerpo y la mujer se preparan para generar una nueva vida; Tras la regla, es una etapa de renovación, de inspiración. Hay grandes ansias de vivir a tope el momento en el mundo. Es la energía arrasadora de la adolescencia. La jovialidad y exuberancia juveniles, sentimientos de inocencia y de apertura. Todo esto nos recuerda a la  energía Cherry del kit Range Of Light, una rosácea, tan importante para trabajar el cuerpo y la energía dinámica y muchas veces en tensión de Dandelion. La mujer siente dentro de sí una gran energía desbordante e intensa que necesita soltar y que incluso siente a nivel muscular.
 
En el ciclo lunar coincide con la luna creciente y el color blanco. Se caracteriza por una energía radiante, ambiciosa, y la mujer está centrada en su propio Ser a la vez que se vuelve sociable y con ganas de encarar nuevos proyectos. Siente que se come el mundo y capaz de afrontar todos los desafíos de la vida.
 
En esta etapa se asimilan las ideas surgidas en la Bruja (que veremos más adelante) y se plasman en la vida cotidiana. Es una fase de renacimiento. Desea comenzar nuevos proyectos, los obstáculos no asustan. Son más independientes y necesitan menos apoyo. Tienen estallidos de gran inspiración.
 
Se siente muy segura de su físico y esto infunde una joven sensualidad a la mujer.
 
Si esta fase la mujer la vive en equilibrio, esencias como Iris, Indian Paintbrush, Dandelion, pueden ayudarle a plasmar toda la energía creadora que lleva dentro. Sin embargo, si deja que domine en su vida la fase Virgen puede volcarse en exceso en su carrera, ser muy ambiciosa, independiente y autosuficiente, con dificultad para entregarse a una relación. (Muy masculinizada). Además puede haber un miedo a la maternidad (Fairy Lantern).
 
Muchas veces la mujer se siente incapaz de expresar este exceso de energías pues la sociedad le impone un “comportamiento correcto”. Aquí puede ayudarnos la esencia de Goldenrod, tan importante en la adolescencia, ante la presión del grupo y las convenciones sociales, esencia fundamental  a la hora de adquirir un claro sentido de individualización para establecer sus propios valores y creencias internos.
 
Flores que pueden ayudarnos en esta fase también: Tiger Lily, cuando hay en esta fase un exceso de energía “yang” y exceso de competitividad; Calla Lily ,cuando en la fase adolescente comienza a aparecer el deseo y se define la identidad sexual, junto con la explosión de sensaciones y emociones, y la mujer necesita aclararse en su deseo; Easter Lily,  si tenemos en cuenta los viejos tabús, la connotación de impureza y castigo que hasta ahora ha venido acompañada la primera regla, la sensualidad, la seducción y el deseo que aparecen intensamente en esta fase.
 
Esta es la fase para que la mujer comience y ponga en marcha nuevos proyectos, la fase creativa e inspiradora. Sabiendo esto, podemos ajustar en la medida de lo posible nuestra vida cotidiana y aprovechar estas energías para crear, impartir talleres, cambiar los muebles de lugar, renovar aquello que no nos gusta, etc.

FASE DE LA MADRE, LA REINA, EL VERANO, LUNA LLENA, ETAPA ADULTA, MATERNIDAD

 
 
En esta fase la mujer y su cuerpo están preparados para dar vida. Es una fase de fertilidad, fecundidad  y nutrición. Fisiológicamente es la fase de ovulación. Hay una energía radiante y la energía frívola de la fase anterior ha ido madurando poco a poco. Aquí la mujer se prepara para la fertilidad y para cobijar y dar sustento y su energía irradia abnegación. Hay necesidad de crear nido, ordenar el hogar, etc. Sería, en realidad, el arquetipo de la esencia de Pomegranate.
 
Estamos ante la plenitud del verano, de la luna llena, del color rojo. Sus necesidades y deseos pasan a un segundo plano y se vuelve protectora irradiando amor y armonía pudiendo dar respaldo a sus semejantes. Su sexualidad también madura (como el fruto de la Granada), conectando más con el amor profundo y aumentando su autoestima. Tiene más capacidad de asumir responsabilidades, es productiva y alimenta proyectos que ya existen.
 
Sus energías son tan potentes que tal vez descubra que atrae a los demás como si fuese un imán y puede querer imponer sus puntos de vista. 
 
Si la mujer reprime las energías de la Madre corre el riesgo de ignorar los profundos lazos que nacen del hecho de cuidar a otras personas y distorsionar estos cuidados.
 
No sólo hablamos del hecho en sí de la maternidad como tener hijos, el término se amplía a la energía creadora de proyectos vitales. La energía inspiradora y volcánica de la etapa anterior madura y la mujer está preparada para dar forma a esas ideas nacidas en la fase de la doncella. Desde la serenidad y la experiencia adquirida, la mujer puede en esta fase profundizar, crear y alimentar proyectos y asentarlos.  
 
Las esencias que le pueden ayudar en esta fase son: Sunflower, por la energía radiante del verano, que da estructura, columna vertebral para mostrarse al mundo con una autoestima equilibrada; Chicory, amor incondicional, entrega, y cuidados hacia los demás sin distorsionar ese dar esperando recibir algo a cambio; Mariposa Lily, lirio que trabaja directamente el vínculo madre e hijo, la conciencia maternal femenina y nutricia, las heridas y ausencias maternas en la infancia; Sweet Pea, esencia excelente para crear “hogar”, necesidad de encontrar nuestro lugar propio en la tierra para, posteriormente crear hogar.
 
Blackberry, esencia de manifestación en el mundo, ayuda a la mujer en esta fase cuando hay una incapacidad de traducir sus metas e ideales en acciones concretas y materializar los proyectos inspirados de la fase de la doncella.

FASE DE LA HECHICERA, EL OTOÑO, LA MADUREZ, LUNA MENGUANTE, MENOPAUSIA

   
 
En esta fase, la mujer que no ha dado vida, comienza una etapa de recogimiento interno. El óvulo ha sido liberado y no ha habido fertilización.
 
Aquí aparecen las energías del otoño, la necesidad de reducir poco a poco la actividad física. Es una fase de sabiduría, la que dan los años y la experiencia. Sage. Una fase donde podemos reflexionar sobre la vida y sobre lo esencial para poder alcanzar un buen proceso de madurez personal.
 
En esta fase, la mujer siente la necesidad de retirarse a su mundo interno, una necesidad de conectarse con su espiritualidad en lugar de involucrarse con el mundo. Lo que sucede es que es que en la práctica, es difícil conseguir esa introspección ya que la vida continúa  con su propio ritmo y sus exigencias cotidianas. La mujer, por tanto, entra en un conflicto entre su necesidad de recogimiento y su obligación de seguir con sus quehaceres cotidianos. Aquí la esencia Fawn Lily puede ser de gran ayuda para aceptar el mundo e implicarse en él.
 
Coincide con el momento premenstrual, retiro, la luna menguante y los colores azul oscuro o negro. Simbólicamente se acerca la muerte del ciclo, la oscuridad y la mujer empieza a necesitar hacer un balance de lo que ha hecho en las etapas anteriores. Es importante deshacerse de todo aquello que sirvió pero que ya no sirve. De todo lo viejo y no deseado en la vida y romper los lazos que te atan a ello. Para ello, una esencia que puede acompañar es  Sagebrush.
 
Este cambio es necesario para que lo nuevo tenga su sitio. Se liberan las energías creativas que estaban destinadas a dar vida y se hace urgente desarrollarlas hacia el exterior.
 
Vive y siente una sexualidad poderosa, fuerte y segura de sí misma. Se vuelve exigente y hasta “vampírica” para satisfacer sus propios deseos. Consideraríamos  Black Cohosh que desde algún lugar representa una energía hechizadora que puede dejar al sujeto atrapado en relaciones destructivas. Black Cohosh es la misma Cimifuga Racemosa que se utiliza en homeopatía para la energía que puede quedar congestionada en la zona genital con la menopausia.
 
Puede ser, en la vida cotidiana, la fase más dramática de todas ya que al contar con la magia y el hechizo, tienen una gran energía interna que puede ser a la vez constructiva y destructiva si no se canaliza correctamente. Puede generar desasosiego, ira, frustración, culpa y estados depresivos. Enfrentarse a los problemas puede ser difícil. La mujer se siente poco sociable, celosa, sarcástica y puede reprochar continuamente a los que les rodea con gran sentimiento de ira contra el mundo. (Holly y Willow)
 
Es una etapa en la que el cuerpo comienza su decrepitud, ya no irradia la frescura y la belleza de las etapas anteriores y la mujer inconscientemente comienza una fase hacia la oscuridad, hacia la segunda parte de su vida, ya queda menos por vivir que lo vivido y empieza una etapa en su clico menstrual que le prepara para el desprendimiento de lo que ya no sirve.
 
Flores que pueden acompañar en esta fase: Flores: Crisanthemun, representación del otoño y de la decrepitud del cuerpo, Sage, Willow, Holly, Mustard, Pomegranate, Chocolate Lily, Crab Apple, Fawn Lily, Black Cohosh, Sagebrush.

FASE DE LA BRUJA, EL INVIERNO, LA VEJEZ, LUNA NUEVA, MENSTRUACIÓN

 
 
Esta es una fase de muerte y resurrección, de la pérdida de belleza y de la fuerza de la transformación. Hay una gran oscuridad interior y un nivel de conciencia profundo. Coincide con la Fase lunar de la luna llena y aumenta el llanto y la pena como conciencia de la cercanía de la muerte, del viejo ciclo y la pérdida. Hay un balance de la propia vida, salud y relaciones (un vacío fértil) y se hace necesario aceptar esos cambios. (Sagebrush, Deerbrush, Walnut)
 
Aquí el cuerpo pide quietud, silencio, parar el ritmo. Físicamente la regla impone llevar un ritmo de vida más lento. Y algunas mujeres, cuando sienten eso aún se exigen más para seguir al mismo ritmo (Oak, Olive).
 
La mujer entra en una fase de introspección, de retiro interior para escuchar a su ser y a su cuerpo para alcanzar la sensación de aceptación y de formar parte de un todo. Se produce un cambio en la mente, las emociones y procesos mentales y puede no tener ganas de hablar ni de esforzarse en tener contactos sociales. (¿Cuántas veces hemos organizado planes maravillosos en la fase de la doncella, viajes, cenas, etc. y cuando llega el momento, si nos encontramos en la fase de la bruja no queremos ir?).
 
Se necesita aceptar el pasado y la incertidumbre del futuro. Hay una gran conexión con los instintos más primitivos, incluso con un aumento de la necesidad de comer carne roja.
 
Flores que pueden acompañar en esta fase: California Pitcher Plant, Alpine Lily, Sagebrush, Tansy, Angel´s Trumpet, Walnut, Oak, Olive, Deerbrush, Alpine Aster, esta última nos habla del tránsito de la muerte, del invierno en su representación metafórica. Corn Lily, cuando la mujer se siente vieja y “seca” y hay desesperación ante el paso de la juventud y de la maternidad.
 
Para terminar, seguro que no están todas las que son, cada mujer y cada terapeuta valorarán esencias personalizadas en cada momento y para cada una.

1 comentario:

Montserrat García Gómez dijo...

Enriquecedor articulo que unevlaxsabiduria ancestral femenina con la oportunitat de encontrar soporte y poner consciència con la ayuda de la Teràpia floral!
Me ha encantado, y tengo que volver a leerlo con calma...quizas desde las diferentes perspectivas de cada fase para integrar mejor el TODO.
GRACIAS!!!