
Trabaja el dolor desgarrador, tanto del alma como del cuerpo.
Cuando todo sangre y no se cierre la herida, la Añañuca cicatrizará todo vestigio de dolor, desestructurando la rigidez del dolor, dolor del alma, dolor físico, dolor psíquico.
Alivia y disuelve los pensamientos obsoletos, las creencias limitantes que han dejado de sernos útiles.
Esta flor suaviza y cura el dolor a través de la comprensión de nuestra vulnerabilidad.
Cuando hay autorreproche constante e inconsciente, de aquello que dejamos de hacer en relación a nuestros seres amados, aquellas luchas que no dimos, en pérdidas y duelos.
Para estados muy delicados del dolor.
Ayuda en la agonía de la gente en coma, agonías en separaciones, sacando nuestra resistencia interior. Para dolores del corazón, del alma, dolores inconscientes, remplazándolos por calma y paz.
Desde la Añañuca la vida puede encararse sin dolor, viviendo las enseñanzas de la vida con una mayor conciencia. Rehabilitando aquellos muertos vivos y despertándolos a la vida. Para atreverse a vivir, a aceptar la existencia, sus responsabilidades y a perder el miedo a la vida, a vivir plenamente.
1 comentario:
hola ! estoy tomando terapia de 4 añañucas juntas.. y es increible como me a levantado.. tengo 3 meses y ellas han hecho que me sienta de nuevo quien yo era.. e dejado de deprimirme tanto y mis dolores todos los q mencionan acá han ido desapareciendo y siendo minimos cada día..
recomiendo LA TERAPIA CON FLORES DE AÑAÑUCAS ya que agradezco a DIOS por haberlas puesto en la tierra para darnos alivio al alma.
escribe ericka desde costa rica.
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