Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

2 de mayo de 2010

la terapia floral en niños y adolescentes

Trabajar con niños desde la terapia floral siempre me es muy satisfactorio, los efectos generalmente son rápidos, no son necesarias muchas sesiones, supongo que porque aún no han ido colocando capas y capas de emociones, sino que, sucede algo que no saben gestionar y se expresan a su manera.
Sin embargo, cada vez más, tengo la necesidad de matizar con los padres qué es esto de la terapia floral. Porque, una cosa es que, un niño o un adolescente presente un problema que le produzca malestar, tristeza, rabia, etc, y otra, que sean los padres quienes quieran que su hijo o hija sea o se comporte como ellos desean.
Hace un tiempo, Lluis Juan Bautista, en uno de sus seminarios, dijo que los niños que toman flores se vuelven niños incómodos.

Los padres pueden venir con unas expectativas determinadas a consulta, que sin embargo,no tienen porqué coincidir con lo que realmente pueden hacer las flores.
Lo que es molesto para un adolescente puede no serlo paralos padres y viceversa.
Nos es mucho más sencillo responsabilizar a un niño de lo que sucede ,que mirarnos para adentro y reconocernos en nuestras frustraciones, en nuestros enfados, en la falta de paciencia después de un largo día de trabajo.

Podemos dar flores a un niño porque ha tenido un hermano y siente celos, tiene conductas para llamarla atención, etc, y conseguir que ese niño gestione mejor esas nuevas emociones, pero no podemos reducir las ganas y la necesidad de ese niño de ser atendido y mimado por unos padres que de repente se encuentran que no tienen tiempo para el hijo mayor.
Podemos dar flores a un bebé que se despierta por las noches porque echa demenos el calor de su madre y podemos conseguir que ese bebé viva de forma más equilibrada el desapego,pero no podemos conseguir que ese bebé duerma 12 horas en vez de 8, porque nosotros necesitemos dormir más.

Con los adolescentes, la brecha entre lo que quiere un chaval de 15 años y lo que quieren sus padres aún es mayor. ¿Queremos que se comporte tal y como a nosotros nos parece que es correcto comportarse? ¿ Somos capaces de ponernos en el lugar del otro, entender sus necesidades, la dificultad de adaptarse a los cambios, cuerpo, emociones nuevas, mayores responsabilidades, etc.?

Cuando en casos así, propongo a los padres esencias florales para ellos, sus cuerpos se tensan, colocan una barrera entre mis palabras y sus creencias y muchas veces, dejan de acudir.
Cuesta enfrentarse a nuestros propios criterios y valores.
Y sin embargo, ahí está, el coraje para atrevernos a producir el cambio, la adaptación en cada etapa vital y la responsabilidad de cada uno.

2 comentarios:

Pilar Vidal Clavería dijo...

Comparto lo que escribes sobre la terapia floral con los niños y adolescentes.

Recuerdo que en un seminario Luís Jiménez explicaba que el trata siempre con Flores de Bach a los niños y a sus papás, es mucho mejor preparar las flores para todos aunque no siempre es fácil.

Un abrazo

rosa legarra dijo...

Si Pilar, si somos honestos y coherentes con nosotros mismos, asumimos la parte de responsabilidad que nos pertenece a cada uno, y el hecho de observar el núcleo familiar como un conjunto de relaciones de doble dirección,lo que yo hago afecta a otros y viceversa, facilita la armonía.Y ahí las flores tienen mucho que aportar.
Un abrazo