Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

11 de diciembre de 2010

Willow

Hay dos esencias que trabajan directamente la rabia, el resentimiento, la ira.

Willow y Holly.

Willow para la ira y el resentimiento acumulados durante mucho tiempo, ira, enfado contra el mundo.
Pueden ser personas amargadas, que se quejan por todo y que, generalmente echan balones fuera y responsabilizan a los demás de todo lo que les sucede.
Es una esencia interesante al comienzo de una terapia o proceso personal, porque ayuda a asumir la responsabilidad de nuestros actos y a ver las situaciones desde otra perspectiva.

Willow y Holly.

Hay veces en la vida en las que la rabia brota en cascada desde dentro de uno. Rabia contra el mundo, sensación de injusticia, de odio, de ira que sorprende.
Miedo a expresar las emociones virulentas que parecen van a destruir el mundo.
Ganas de poder echar la culpa a alguien y cargar con el responsable de lo que hay detrás, el dolor.

Y como es una emoción que hemos aprendido a reprimir, nos quema por dentro y hacemos el esfuerzo de esconderla, de convencernos de que no existe, porque no somos tan malos. "¿De dónde me sale todo esto? ¿Cómo lo expreso? ¿Con quien me desahogo sin hacer daño?"
¿Grito? ¿Golpeo? ¿Pataleo?
Pocas veces tenemos la oportunidad de encontrar el tiempo, el espacio y la compañia para ello.

Y el permiso.

Como muchas veces, el permiso.

8 de diciembre de 2010

despedirse con victoria regia


Antes o después, en la vida,todos vamos a enfrentarnos a la muerte, la nuestra o la de un ser querido. En esos momentos, el mundo se abre bajo nuestros pies, todo se derrumba, nos sentimos perdidos, impotentes, rabiosos. Si la muerte viene tras una enfermedad, podemos ver indefensos cómo cada vez hay más distancia entre el cuerpo y el alma.
Quizás, los que estamos alrededor querramos que se alargue la vida del que amamos, nos cuesta asimilar que no vayamos a verlo más, a compartir sonrisas, momentos, buenos y malos.
Desde la medicina tradicional lo intentan con todos los tratamientos conocidos y posibles.
Y el enfermo, el que es consciente de lo que le sucede se aferra a la vida, lucha, resiste, aguanta cuando todo parece indicar que eso es imposible.
La orquidea Victoria Regia ayuda a caminar hacia lo desconocido, a la transformación del cuerpo.
Ayuda a poder partir en paz, a liberar los miedos, la preocupación por los que se quedan, a admitir con fluidez esta parte de la vida.
Facilita la liberación del alma respecto al cuerpo y a confiar y dejar que las cosas ocurran.

2 de diciembre de 2010

permiso para oak

Siempre me he sentido atraída por los robles.
Me parecen árboles llenos de belleza. Me parecen sabios, ancestrales, que cobijan.
Me gustan sus formas retorcidas, su energía, su fortaleza, su lealtad. Su estar ahí.
Siempre me han parecido morada de duendes y hadas. Iratxos y galtzaluzes. Pura magia.

Quizás porque he crecido rodeada de ellos. Acompañan mis paseos, silenciosos y me siento serena y protegida.
Quizás porque en mi vida hay y ha habido muchos Oak y tengo grabado en mis células que esas cualidades emocionales son cualidades a potenciar y a admirar.

Así que, me cuesta muchas veces, reconocer la parte de este estado emocional que tiraniza y corta alas.

Oak hace y se ofrece porque sí, sin esperar a cambio que hagan por él/ella.

Oak tiene desde la profundidad de sus raíces la convicción de lo que debe hacer.
Oak se olvida de sí mismo. No se da permiso.
En su vida cotidiana, el disfrute y el placer están en un segundo o tercer plano, incluso, sencillamente, no están.

La esencia de Oak equilibra nuestros límites, aporta flexibilidad, permiso para disfrutar, nos ayuda a comprender que podemos realizar nuestras tareas y a la vez buscar y encontrar espacios para sentir cada momento, sin autocastigarnos. Sin boicotearnos aquello que nos hace sentir bien, que nos alimenta.

Equilibra la tenacidad y el permiso, el trabajo y el tiempo para mimarse, la lealtad y el decir que no, la seriedad y la sonrisa.

Prueba a abrazar uno algún día. A ver qué te cuenta.

Orquídea Abundancia. Mereciendo.

Esta esencia nos ayuda a abrirnos al entorno con una nueva conciencia y a saber ver el amor del Universo en las cosas pequeñas. (Korte).

A veces, en nuestro proceso personal, nos sentimos bloqueados. Nos observamos, tomamos esencias, volvemos a observarnos, y seguimos con la sensación de que profundamente, algo nos paraliza.

Podemos llegar a intuir, a sentir, que en el fondo, somos nosotros mismos quienes nos boicoteamos. ¿Y por qué? ¿Qué hace que, por un lado deseemos crecer, avanzar, disfrutar de la vida, sonreir, reir a carcajadas, ilusionarnos y por otro nos cueste poner en marcha todos nuestros recursos para conseguirlo?

El merecimiento.

Creernos o no, merecedores de lo que nos sucede, de las sonrisas, del placer de las cosas pequeñas, de la suerte, de las coincidencias.

Creernos o no parte indivisible del Universo.

El permiso.

¿Cómo podemos estar exteriorizando todo esto? Desde un larch, me vendría rápidamente a la cabeza. Pero también desde un Oak, desde un Rock Water, desde un Centaury, desde un pine...

Esta orquídea nos ayuda a sentirnos parte de un todo que se confabula para que podamos realizar nuestros sueños, nos enseña que nos merecemos vivir. VIVIR.

Que nos merecemos vibrar.VIBRAR.

Nos conecta con el perdón. Con el perdón hacia nosotros mismos y disuelve el autocastigo inconsciente porque empezamos a aceptarnos tal y como somos.

Nos conecta con la gratitud. Pura, ensanchando nuestro corazón, incluyéndonos.

Empezamos a sentirnos merecedores.

Merecedores de que nos cuiden, nos quieran, nos mimen; de que compartan con nosotros una copa de vino o una confidencia.
Merecedores para intentar seguir nuestro camino, merecedores para atrevernos a decir que no... y que sí.

Merecedores para liarnos la manta a la cabeza y hacer lo que parecen locuras, desde la tripa.

Merecedores, merecedores para cambiar de opinión, de un momento a otro. Así, de 0 a 100 en 3 segundos.

Abundancia, todos y cada uno somos abundancia.

Porque sí. Porque lo somos.

Vivamos