Últimamente, cuando hago una sesión de reiki y dejándome llevar más por la intuición que por otra cosa, he empezado a utilizar esencias y en función de lo que la persona viene a tratar, utilizo aquella esencia que creo que le puede ir bien.
Me coloco unas gotas de la esencia en las manos y después hago la sesión de reiki. No tengo gran cantidad de datos que me digan cómo funciona, de momento sigo lo que mi corazón me dice. Y me voy basando en las experiencias que me cuentan tras la sesión o en días posteriores.
Siento que la base y los objetivos del reiki y de las esencias son los mismos, conectarnos con nuestro ser y acompañarnos en la sanación a nuestro ritmo y de una forma particular a cada uno.
El Reiki nos equilibra, al igual que las esencias, emocional, mental , física y espiritualmente. Trata las causas emocionales de nuestras dolencias y no sólo sus síntomas físicos. Nos devuelve la armonía y nos ayuda a ser más conscientes de nuestras necesidades en cada momento.
Las esencias con las que más lo combino últimamente, son Consuelda Menor y Diamante, para suavizar y paliar los efectos secundarios de la quimioterapia.
Consuelda Menor (Korte):
Nos ayuda a activar nuestras energía de autocuración y el deseo de estar sanos. Nos conecta con nuestro médico interior, la motivación para sanar y la confianza en que podemos hacerlo. Nos ayuda a recuperar fuerzas, a devolvernos la esperanza.
Nos conecta directamente con nuestra responsabilidad y por tanto, nuestro poder, para asumir nuestra sanación. A nivel mental, nos abre nuevas perspectivas sobre la enfermedad, y ayuda a ver el sentido y el aprendizaje que esta nos aporta.
Esencia de Diamante (Korte):
El diamante es la gema más resistente y con mayor potencial curativo. Como esencia, nos aporta luz en las tinieblas, aporta una energía vigorizante sobre todos los órganos y desbloquea la energía vital, eliminando las impurezas del cuerpo. Favorece el equilibrio interior y la liberación de nuestro espíritu. Recibimos luz cuando nos invade y rodea la oscuridad, la desesperanza y el agotamiento.