Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

26 de octubre de 2010

sembrando

Creo que la vida consiste en sembrar.

Sembrar sueños en forma de semillas, con amor, aquellas que, por una razón u otra nos llaman la atención y nos hablan desde lo más profundo de nuestro corazón.

Sembrar en el momento presente, en el aquí y ahora, en esa tierra fértil que somos todos y cada uno de nosotros.

Y después, confiar, confiar en la sabiduría del Universo, ese que dará calor y luz a lo sembrado. Nosotros sólo tenemos que esperar, regar de vez en cuando y olvidarnos de cual será el resultado, porque nunca sabremos dónde, cuándo, cómo y qué brotara de cada semilla sembrada.

Si esperamos al lado de una sola para ver el momento exacto de su nacimiento, podemos obviar otras que brotan justo delante de nuestros ojos.

Dejemos pues, que la vida haga su trabajo, con paciencia, pausadamente, porque en cada estación y cada momento aparecerá el brote que nos alimente y nos haga crecer.

impatiens

En el estado Impatiens la persona quiere que todo suceda ya, la resolución del conflicto que le trae a terapia, una recompensa, el resultado de algo concreto que esté llevando a cabo, la cola del súper, el semáforo en rojo...

A alguien en Impatiens le define la velocidad, la aceleración... y la soledad, pues, prefiere realizar las cosas solo antes de reducir su ritmo y esperar al resto.
En los niños, la impaciencia es algo común, y puede aparecer como ansiedad, mal genio, irritabilidad y quejas constantes.

Impatiens tiene también una parte de intolerancia y de rigidez, que en algunos casos, pueden confundirnos a la hora de elegir adecuadamente las esencias.

Cuando observamos intolerancia, podemos pensar, en un primer momento en Beech. Sin embargo, Impatiens también se caracteriza por el rechazo de aquellos que no llevan el mismo ritmo, por los que parecen "más lentos" y por tanto más ineficaces, dando por hecho que el ritmo adecuado y válido es el propio.

Así mismo, en este estado, existe cierta rigidez, tanto física como mental y emocional, que a veces puede confundirnos con la rigidez de Rock Water.
Pero aquí podemos considerar que en un estado Rock Water se prima la perfección, los pequeños detalles, que todo esté en su sitio, bien terminado y "el trabajo bien hecho". Y en el estado Impatiens, cómo queden terminadas las cosas carece de importancia, pues lo prioritario es terminar cuanto antes, y en su aceleración, los detalles se pierden.

Entre Impatiens y Holly puede confundirnos la irritabilidad, la rabia. En impatiens los motivos tienen que ver con el ritmo, y en holly, con la ausencia o dificultad para vivir y/o sentir amor,bien por celos, resentimiento o envidia.

18 de octubre de 2010

scleranthus, el equilibrio interior



Si algo define a Scleranthus es la dualidad, la dificultad para integrar los opuestos, la sensación de movimiento continuo, tipo péndulo, oscilando de una polaridad a otra.
El estado Scleranthus se caracteriza por un constante cambio de perspectiva a todos los niveles, lo que genera en la persona sentimientos y emociones tales como frustración, desánimo, tormento, angustia y agotamiento.

En un primer momento, nos podemos quedar solamente, en la dificultad que tiene alguien en este estado para tomar una decisión entre dos opciones. Podemos recordar algún momento de nuestra vida en el que estuvimos frente a un cruce de caminos con la sensación de tener que elegir entre dos opciones realmente importantes con el miedo a equivocarnos al tomar una y rechazar la otra.

Recordamos que Scleranthus es una de las 12 flores de personalidad y que quien se caracteriza por manejarse en la vida desde ahí, vive en una tortura constante, con un gasto excesivo de energía y con la sensación de no avanzar, de no materializar sus sueños ni sus proyectos de vida debido a su inseguridad.

Además, y desde el plano emocional, Scleranthus actúa sobre cualquier manifestación de inestabilidad. Desde la parte más sutil, las emociones, un estado Scleranthus se caracteriza por el vaivén emocional, donde la persona oscila entre dos extremos rápidamente, llanto/ risa, energía/apatía, alegría/tristeza, certeza/ inseguridad.

En el plano más físico, Scleranthus aparece en aquellas manifestaciones cíclicas, trastornos mentruales, alergias y depresiones estacionales, etc.

Más profundamente, en un estado Scleranthus, la persona no encuentra el equilibrio, el punto central o de referencia que le aporte estabilidad, seguridad, claridad y determinación mantenidos en el tiempo para alcanzar y realizar sus objetivos vitales.

La toma de esta esencia nos permite
, además de aportarnos seguridad a la hora de decidir ante cualquier circunstancia de la vida, conectar con nuestro equilibrio interior, y nos da la estabilidad y la constancia necesarias para seguir avanzando en nuestro camino, poner en marcha proyectos y sueños deseados.