Una nueva mirada

Este fin de semana he asistido al taller de Andreas Korte organizado por Arké en Barcelona y he venido con tantas cosas interesantes en la "mochila" que llevo toda la semana sin saber por dónde empezar.
No pierdo de vista el sistema floral de Bach como origen y como base de la Terapia Floral, sigo pensando que es un sistema completo que abarca todos los ámbitos del ser humano.

Ahora tengo más claro aún que el trabajo con esencias es una Terapia para el Alma, donde podemos ahondar profundamente en los entresijos que nos componen, cuerpo, mente, emoción y espiritualidad.

Este fin de semana no sólo me ha servido para aprender de otros sistemas de esencias de la mano de su elaborador, Andreas Korte, un hombre con una energía desbordante y un gran amor por todos los seres del planeta.

Me vine con la certeza de estar viviendo y sintiendo algo mucho más grande, con la sensación de tener la posibilidad de investigar y de utilizar esencias muy potentes, con frecuencias vibratorias tan altas que incluso se sienten a nivel corporal sin necesidad de tomarlas oralmente de una manera increíble.
Creo que el sistema floral de Bach forma parte de un sistema aún más amplio, que si bien con ellas alcanzamos el equilibrio emocional necesario, hay otros sistemas que trabajan a otros niveles de consciencia, a otros niveles vibratorios y que nos ayudan potentemente a avanzar y a profundizar en nuestro conocimiento y en nuestro camino del despertar de la conciencia.

A lo largo de estos días iré desarrollando los diferentes sistemas que vimos en este taller, esencias de gemas y minerales, cactus, rosas, delfín y ballenas.
Entrar en contacto con la esencia del delfín, me ha abierto las miras del concepto que tenía de la vida, de mi lugar en el planeta, a la espiritualidad.

A la alegría, a la intuición y a la gratitud.

Siento que algo se ha transformado dentro y fuera de mí, algo que aún no sé muy bien que es y que poco a poco voy intuyendo como cambio y evolución.