Hay algunos conceptos que me hacen reflexionar, quizás porque son palabras a las que he ido añadiendo connotaciones negativas a lo largo de mi vida, actitudes de las que he procurado alejarme y no verme reconocida por toda esa carga que vinculo a ellas.
Seducción, Egoísmo, Compasión, Orgullo...
Cuando pienso en la seducción, la primera flor que me viene a la cabeza es chicory. La seducción manipuladora desplegada por alguien que utiliza el chantaje emocional para conseguir lo que desea.
Para conseguir que aquellos a quien ama se queden a su lado, para recibir atención, para que le devuelvan todo lo que da desinteresadamente.
Chicory coarta la libertad del otro y sobretodo la suya, establace lazos de ida y vuelta, compromisos morales sutiles que hacen que se actúe desde la culpabilidad, desde la obligación.
Desde la seducción, chicory consigue que estén a su lado, sin embargo, de forma consciente o inconsciente, siempre le quedará la duda de si están a su lado libremente o porque ella les ha dirigido hasta ahí.
Hay otras flores que me acercan al concepto de seducción: La calculada distancia de Water Violet,la seducción del entusiasmo a veces avasallador de Vervain, la alegría y el positivismo de Agrimony...
La diferencia para mí está en la intencionalidad, ahí me toca, ahí es dónde me rechina, donde coloco la connotación negativa de la seducción, la intención, el engaño, la manipulación.
Sin embargo, me seduce la autenticidad, me seduce la pasión de quien expresa algo que cree desde las tripas.
Me seduce un abrazo, una confidencia costosa, una sonrisa de boca, corazón y ojos.
Me seducen los sueños, la magia de las pequeñas cosas y una risa contagiosa.
Me seduce una charla con café y buena compañía.
Me seduce el mar.
Me seduce bailar con mi sombra.
... y un helado de plátano, chocolate y nueces.
Seducimos cuando somos uno mismo, cuando mostramos lo que somos,cuando, simplemente, nos mostramos.
Seducimos cuando estamos conectados, cuando vamos más allá de las capas protectoras que nos colocamos cada día.
Y seducimos sobretodo, cuando nos amamos a nosotros mismos, cuando nos reconocemos y aceptamos las partes que nos componen.
Seducción, Egoísmo, Compasión, Orgullo...
Cuando pienso en la seducción, la primera flor que me viene a la cabeza es chicory. La seducción manipuladora desplegada por alguien que utiliza el chantaje emocional para conseguir lo que desea.
Para conseguir que aquellos a quien ama se queden a su lado, para recibir atención, para que le devuelvan todo lo que da desinteresadamente.
Chicory coarta la libertad del otro y sobretodo la suya, establace lazos de ida y vuelta, compromisos morales sutiles que hacen que se actúe desde la culpabilidad, desde la obligación.
Desde la seducción, chicory consigue que estén a su lado, sin embargo, de forma consciente o inconsciente, siempre le quedará la duda de si están a su lado libremente o porque ella les ha dirigido hasta ahí.
Hay otras flores que me acercan al concepto de seducción: La calculada distancia de Water Violet,la seducción del entusiasmo a veces avasallador de Vervain, la alegría y el positivismo de Agrimony...
La diferencia para mí está en la intencionalidad, ahí me toca, ahí es dónde me rechina, donde coloco la connotación negativa de la seducción, la intención, el engaño, la manipulación.
Sin embargo, me seduce la autenticidad, me seduce la pasión de quien expresa algo que cree desde las tripas.
Me seduce un abrazo, una confidencia costosa, una sonrisa de boca, corazón y ojos.
Me seducen los sueños, la magia de las pequeñas cosas y una risa contagiosa.
Me seduce una charla con café y buena compañía.
Me seduce el mar.
Me seduce bailar con mi sombra.
... y un helado de plátano, chocolate y nueces.
Seducimos cuando somos uno mismo, cuando mostramos lo que somos,cuando, simplemente, nos mostramos.
Seducimos cuando estamos conectados, cuando vamos más allá de las capas protectoras que nos colocamos cada día.
Y seducimos sobretodo, cuando nos amamos a nosotros mismos, cuando nos reconocemos y aceptamos las partes que nos componen.
2 comentarios:
Todos hemos sido, somos y/o seremos chicory. El amor está en nosotros.
Y como bien dices, conocernos y amarnos es la mejor experiencia.
Gracias por compartir.
Abrazo de luz, Mirta
Gracias a tí, Mirta. Creo que la lección que aprendemos con chicory y en chicory es una de las lecciones más dura pero más hermosa que nos da la vida.
Un beso
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