Las esencias florales nos dan aquello que necesitamos, y no siempre tiene por qué coincidir con aquello que queremos.
En el caso de Clematis, una persona que está en este estado emocional, se evade de una realidad que no le es grata, que le resulta dolorosa, creando en su mente y en su fantasía un futuro idealizado donde todo es tal y como quiere que sea.
La toma de la esencia les baja a tierra, a esa realidad que no quieren ver y a la que no se quieren enfrentar y la persona entonces, puede que no se sienta mejor, sino que, afloren a la superficie otros estados emocionales incómodos que antes estaban ocultos.
Pueden aparecer nuevas flores en diferentes ámbitos de su vida, puede aparecer, por ejemplo, la insatisfacción de una ocupación laboral poco grata; celos, rabia y dolor ante la no correspondencia de amor por parte de alguien del que esté enamorada, la frustración de proyectos deseados y no llevados a cabo, etc.
Como terapeutas y acompañantes en el proceso, debemos estar atentos a estas nuevas emociones e ir cambiando de preparado en función de ellas, pues quien acude a las flores y a nosotros, acude normalmente con la expectativa de encontrarse mejor, más animado, más feliz, y la toma de algunas esencias, como Clematis, puede remover y hacer que tomen conciencia de la cruda realidad y les cueste aceptar que eso mismo, es el camino necesario para empezar a encontrarse a sí mismo.
Pueden transmitirnos que en ellos no sienten ningún efecto de la flor y nosotros estar atentos a esas nuevas emociones, que en un primer momento pueden parecernos negativas y que sin embargo son un paso muy importante en el proceso.
En el caso de Clematis, una persona que está en este estado emocional, se evade de una realidad que no le es grata, que le resulta dolorosa, creando en su mente y en su fantasía un futuro idealizado donde todo es tal y como quiere que sea.
La toma de la esencia les baja a tierra, a esa realidad que no quieren ver y a la que no se quieren enfrentar y la persona entonces, puede que no se sienta mejor, sino que, afloren a la superficie otros estados emocionales incómodos que antes estaban ocultos.
Pueden aparecer nuevas flores en diferentes ámbitos de su vida, puede aparecer, por ejemplo, la insatisfacción de una ocupación laboral poco grata; celos, rabia y dolor ante la no correspondencia de amor por parte de alguien del que esté enamorada, la frustración de proyectos deseados y no llevados a cabo, etc.
Como terapeutas y acompañantes en el proceso, debemos estar atentos a estas nuevas emociones e ir cambiando de preparado en función de ellas, pues quien acude a las flores y a nosotros, acude normalmente con la expectativa de encontrarse mejor, más animado, más feliz, y la toma de algunas esencias, como Clematis, puede remover y hacer que tomen conciencia de la cruda realidad y les cueste aceptar que eso mismo, es el camino necesario para empezar a encontrarse a sí mismo.
Pueden transmitirnos que en ellos no sienten ningún efecto de la flor y nosotros estar atentos a esas nuevas emociones, que en un primer momento pueden parecernos negativas y que sin embargo son un paso muy importante en el proceso.
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